ATENCION: Este sitio solo tiene carácter informativo. Si cree tener algún síntoma que aquí se presenta, no dude primero en consultar a su médico.

Epidemiología:
El cáncer de páncreas no es un tumor excesivamente frecuente (el 2,1% de todos los tumores). Se estima que cada año se diagnostican unos 233.000 nuevos casos en todo el mundo (125.000 hombres y 108.000 mujeres), el 60% de ellos en países desarrollados (Europa, América y Australia).
En España se registran unos 4.000 casos anuales, lo que representa el 2,2% de los tumores masculinos (2.129 casos) y el 2,7% de los femeninos (1.750). Es un tumor ligeramente más frecuente entre los hombres que entre las mujeres.
Este cancer ha tenido un ascenso muy importante que se inició en los años 50 y continúa en la actualidad.

Que es:
Es aquel que se origina a partir del crecimiento sin orden ni control de células del tejido del Páncreas. El mas frecuente es aquel que surge de las glándulas exocrinas pancreáticas (mas específicamente de las células de los conductos excretores de estas glándulas) y que se denomina Adenocarcinoma de Páncreas.
La mayoría son diagnosticados entre los 65 y los 75 años, siendo infrecuente antes de los 50.
El 70% de ellos se originan en la región del páncreas que se denomina cabeza. Un 10%, se originan de otro tejido diferente que posee el páncreas, que son sus islotes y que están formados por glándulas endocrinas. Otros tumores que pueden generarse a partir del tejido pancreático son los sarcomas y los linfomas, los que al igual que los que se desarrollan a partir de los islotes, son mucho mas infrecuentes.
El adenocarcinoma de Páncreas puede crecer de diferentes formas:

  • Crecimiento local: es aquel que se produce dentro del páncreas y que va destruyendo el tejido de este órgano. A  medida que crece puede invadir áreas cercanas como las vías biliares, estomago, duodeno, colon, hígado, bazo, grandes vasos y columna vertebral.
  • Diseminación linfática: el cáncer de páncreas suele diseminarse de forma precoz a través de los vasos linfáticos. La diseminación por esta vía se realiza de forma ordenada, afectando primero a los ganglios más próximos y posteriormente a los más alejados.
  • Diseminación hematógena: esta diseminación se produce a través de los vasos sanguíneos preferentemente hacia el hígado, y con menor frecuencia hacia los pulmones.

Que es el páncreas:
 El páncreas es una glándula que tiene forma de pera delgada de costado. Su extremo más ancho se denomina la cabeza, la sección media se denomina el cuerpo y el extremo delgado se denomina la cola. El páncreas se ubica detrás del estómago y en frente de la columna vertebral.
Este órgano cumple dos funciones principales en el cuerpo:

  • Produce jugos digestivos, que son volcados al tubo digestivo para intervenir en el proceso de digestión de los alimentos. Estos jugos se originan en las llamadas glándulas exocrinas del páncreas
  • Produce sustancias llamadas hormonas, como la insulina y el glucagón,y que se vuelcan a la sangre para intervenir en diferentes funciones como ayudar a controlar los niveles de azúcar en sangre, utilizar y almacenar energía, entre otras.

Aproximadamente 95% de los cánceres del páncreas comienzan en células exocrinas.

Factores de Riesgo:
 Son circunstancias que aumentan la probabilidad de padecer la enfermedad pero no son condición obligatoria para desarrollarlo. Tampoco quien presente uno o varios de ellos tendrá necesariamente este cáncer. A continuación se mencionan los posibles factores de riesgo para el cáncer de páncreas:

  • Edad: como en la mayoría de los tumores, a edad más avanzada mayor es el riesgo, tanto en hombres como en mujeres.
  • Sexo: los hombres poseen una tasa de cáncer pancreático mayor que las mujeres.
  • Raza: es más frecuente en personas de raza negra que en individuos de raza blanca.
  • Dieta: una alimentación rica en carne y grasas de origen animal y pobre en frutas y verduras parece incrementar el riesgo de padecer este cáncer.
  • Tabaco: es el factor más importante. Los fumadores tienen mayor riesgo de desarrollar cáncer de páncreas. Al menos un 30% de los cánceres de páncreas son debidos al tabaco y existe una relación causal entre el número de cigarrillos y el riesgo de desarrollar este cáncer.
  • Ocupaciones laborales: los trabajadores en contacto con petróleo y sus derivados, así como con pesticidas (principalmente DDT) presentan mayores cifras de este cáncer.
  • Factores genéticos: el riesgo de desarrollar cáncer de páncreas está aumentado en algunas familias en las que existen antecedentes de este cáncer. Un 10% de estos tumores son debidos a factores hereditarios. Existen una serie de enfermedades hereditarias que poseen un riesgo incrementado para el cáncer de páncreas, entre ellas se encuentran: pancreatitis hereditaria, el síndrome de neoplasia endocrina múltiple tipo 1, el cáncer de colon sin poliposis hereditario (HNPCC; síndrome de Lynch), el síndrome de von Hippel-Lindau, la ataxia-telangiectasia, y el síndrome del melanoma de nevo múltiple atípico familiar .
  • Antecedentes de cirugía de estómago: las personas con extirpación total o parcial de estómago (gastrectomía) presentan un riesgo mayor de cáncer pancreático.
  • Enfermedades benignas: el padecimiento de algunas enfermedades benignas, como la pancreatitis crónica y la diabetes mellitas, se asocia con un incremento en el riesgo de presentar cáncer pancreático:

Clínica (síntomas y signos):
En el cáncer de páncreas no hay signos o síntomas perceptibles en los estadios (etapas) tempranos. Los signos de cáncer del páncreas, cuando están presentes, son similares a los signos de muchas otras enfermedades. Entre ellos se encuentran:

  • Ictericia (coloración amarillenta de la piel y el blanco de los ojos).Esta se produce a consecuencia de la obstrucción de las vías biliares (que antes de desembocar en el tubo digestivo, pasan por el páncreas).
  • Prurito: se relaciona también con la obstrucción de las vías biliares causada por el tumor.
  • Heces claras: también relativa a la obstrucción de las vías biliares.
  • Dolor en la sección superior o media del abdomen y la espalda: en general es un dolor sordo, de carácter más o menos constante. Suele reagudizarse luego de una ingesta o estando acostado.
  • Pérdida de peso injustificada: suele ser importante y debida a la alteración de los procesos digestivos debido a la afectación de la función digestiva del páncreas (véase mas arriba).
  • Pérdida del apetito.
  • Fatiga.
  • Nauseas y vómitos: se producen a consecuencia de la obstrucción provocada por el crecimiento de los tumores situados en la cabeza del páncreas.
  • Hinchazón abdominal: debido a la acumulación de líquido en el abdomen a causa del tumor (ascitis).

Según su localización el tumor también puede presentarse como una Pancreatitis aguda o una diabetes mellitus. Es importante saber que estos síntomas también pueden aparecer asociados a otras enfermedades distintas al cáncer. Será el medico quien podrá determinar su origen.

Diagnostico:
No existe forma de detectar el cáncer en etapas precoces ya que en estas, el paciente suele no tener ninguna manifestación. Para hacer diagnostico de cáncer de páncreas se debe comenzar, como en cualquier enfermedad con una historia clínica completa, en la que se tendrán en cuenta los síntomas del paciente, los hábitos, antecedentes familiares, etc. A continuación se pedirán exámenes de sangre para evaluar el estado general de salud de la persona.
Los estudios más específicos que se solicitaran ante la sospecha de esta enfermedad son:

  • Ecografía abdominal: Permite apreciar la existencia de lesiones sólidas o quísticas y si hay afectación de otras estructuras vecinas. Esta prueba se realiza colocando la sonda del ecógrafo sobre el abdomen.
  • Escáner o TC (Tomografía Computarizada): permite obtener múltiples imágenes del paciente en las que se visualizan de forma muy precisa todos los órganos. Es de gran importancia a la hora de tomar decisiones en el tratamiento, sobre todo para valorar la posibilidad de cirugía. También resulta muy útil para conocer la diseminación del tumor a órganos vecinos y la afectación o no de los ganglios linfáticos.
  • Resonancia Magnética (RM): se trata de una prueba muy similar al escáner. Permite ver con mayor claridad, precisión y contraste cualquier alteración existente, sobre todo en algunos órganos o tejidos de densidad similar.
  • Colecistopancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE): Mediante la introducción por la boca de un tubo largo y flexible, el especialista puede ver directamente el interior del esófago, estómago, y la primera porción de intestino delgado. También logra llegar al área donde se encuentra el conducto secretor procedente del páncreas y vía biliar, permitiendo que el endoscopista haga una valoración del estado del mismo e incluso realizar un cepillado o biopsia que permiten estudiar las características de las células .
  • Laparoscopia. Consiste en realizar unas pequeñas incisiones o cortes en la pared del abdomen que permiten introducir el endoscopio en la cavidad abdominal y observar directamente todos los órganos (hígado, intestino, páncreas…) y  determinar la extensión del tumor.
  • Biopsia: Si el médico observa, durante la realización de la endoscopia o de la laparoscopia, una lesión sospechosa, procederá a extraer una pequeña muestra de tejido de dicha zona. Esta deberá ser estudiada por un anatomopatólogo  para poder emitir un diagnostico confirmando o descartando la existencia de un cáncer. Esta prueba es imprescindible para obtener un diagnóstico de certeza.

Estadificación:
El cáncer de páncreas se divide en etapas o estadios según que áreas compromete. Para estadificarlo, se usan diferentes  estudios como la TAC, RNM y la laparoscopia, entre otros. Los estadios son:

Estadio 0 (carcinoma in situ)
En el estadio 0, se encuentran células anormales en el páncreas. Estas células anormales se pueden volver cancerosas y diseminarse hasta el tejido cercano normal.

Estadio I
En el estadio I, el cáncer ya se ha formado y se encuentra en el páncreas solamente. El estadio I se divide en estadio IA y IB dependiendo del tamaño del tumor (menor o mayor a 2cm, respectivamente).

Estadio II
En el estadio II, el cáncer podría haberse diseminado a tejido y órganos circundantes y podría haberse diseminado a ganglios linfáticos cerca del páncreas. Se divide en IIA y IIB dependiendo de hacia donde se ha extendido el cáncer.

  • Estadio IIA. El cáncer se ha diseminado a tejidos y órganos circundantes pero no se ha diseminado a los ganglios linfáticos circundantes.
  • Estadio IIB. El cáncer se ha diseminado a los ganglios linfáticos circundantes y podría haberse extendido órganos y tejidos circundantes.

Estadio III
En el estadio III, el cáncer se ha diseminado a los vasos sanguíneos mayores cerca del páncreas y podría extenderse a los ganglios linfáticos circundantes.

Estadio IV
En el estadio IV, el cáncer puede tener cualquier tamaño y haberse diseminado a órganos distantes como el hígado, pulmones y cavidad del peritoneo (metástasis a distancia). También se puede haber extendido a órganos y tejidos cerca del páncreas o ganglios linfáticos.

Tratamiento:
Los tratamientos más frecuentemente empleados en el cáncer pancreático son la cirugía, la radioterapia y la quimioterapia. Independientemente de estos, el médico se encargará de tratar específicamente aquellos síntomas que presenta el enfermo. Se deberán considerar, a la hora de seleccionar el tratamiento mas adecuado para cada paciente, una serie de factores como la fase (estadio) en la que se encuentra la enfermedad, el tipo de célula que forma el tumor y la edad del paciente. Probablemente, el médico también tendrá en cuenta, si además del cáncer de páncreas, existen otras enfermedades importantes en la persona, que pudieran afectar la terapia elegida.

Cirugía:
Se puede recurrir a uno de los siguientes tipos de cirugía para extirpar el tumor:

  • Procedimiento de Whipple: cirugía para extirpar la cabeza del páncreas, la vesícula biliar, parte del estómago, parte del intestino delgado y el conducto biliar. Se deja una porción suficiente del páncreas como para que elabore jugos digestivos e insulina.
  • Pancreatectomía total: esta operación extirpa todo el páncreas, parte del estómago, parte del intestino delgado, el conducto biliar común, la vesícula, el bazo y los ganglios linfáticos cercanos.
  • Pancreatectomía distal: se extirpa el cuerpo y la cola del páncreas y, generalmente, el bazo.

Si el cáncer se ha diseminado y no puede extirparse, es posible recurrir a los siguientes tipos de cirugía paliativa para aliviar los síntomas:

  1. Anastomosis biliar quirúrgica: se realiza cuando el cáncer bloquea el intestino delgado y se está acumulando bilis en la vesícula. Consiste en unir la vía biliar (por donde desemboca la bilis) directamente con el intestino, en una parte que este más allá del área bloqueada por el tumor para que la bilis pueda llegar al tubo digestivo y cumplir su función. 
  2. Colocación de férula endoscópica: Si el tumor bloquea el conducto biliar, puede realizarse una cirugía para colocar un implante (una sonda delgada) a fin de drenar la bilis que se acumuló en el área salvando la obstrucción y que el jugo biliar llegue al intestino.
  3. Anastomosis gástrica: Si el tumor bloquea el flujo de alimentos desde el estómago, el estómago puede coserse directamente al intestino delgado de manera que el paciente continúa con la ingesta normal de alimentos.

Quimioterapia:
Su objetivo es destruir, empleando una gran variedad de fármacos, las células que componen el tumor con el fin de lograr la reducción o desaparición de la enfermedad. La mayoría de los fármacos que se emplean en el tratamiento quimioterápico están diseñados para poder destruir las células mientras se dividen. Cuanto más rápido se dividen más sensibles son al tratamiento y por ende se destruyen más fácil. Debido a que en el cuerpo existen tejidos normales que contienen células que crecen rápidamente, estas se pueden ver afectadas por estos fármacos y de ahí surgen los efectos secundarios asociados a esta terapia.
En el cáncer de páncreas los usos que se le da a la quimioterapia pueden ser:

  • antes de la cirugía (quimioterapia neoadyuvante) para reducir el tamaño tumoral y facilitar así su extirpación.
  • en las fases iniciales de la enfermedad tras la cirugía, generalmente asociada a la radioterapia (quimioterapia adyuvante).
  • como tratamiento paliativo y su objetivo fundamental es disminuir los síntomas derivados del tumor y mejorar la calidad de vida del paciente.

Efectos Secundarios: se presentan debido a que los fármacos usados suelen tener efectos sobre ciertas células normales (sanas). Estos efectos dependerán del paciente y de que fármacos se usen, en que combinación y en que dosis:

  • Náuseas y vómitos
  • Alteraciones en la percepción del sabor de los alimentos: generalmente, se percibe una disminución en el sabor de determinadas comidas o un gusto metálico o amargo de las mismas.
  • Alteraciones en la mucosa (lo que recubre las encías, el paladar, la lengua) de la boca: la mas frecuente es la inflamación de la misma (mucositis), acompañada de llagas o ulceraciones dolorosas y a veces sangrantes.
  • Alteraciones de la médula ósea: la medula ósea es una sustancia formadora de las células de la sangre, y que esta contenida dentro de los huesos. Las alteraciones de la misma consisten en un descenso en la producción de células sanguíneas, es decir:
  1. Disminución de glóbulos rojos: Se presenta con anemia y síntomas como cansancio, debilidad general, palidez, sensación de falta de aire, mareos, palpitaciones, taquicardia
  2. Descenso de glóbulos blancos: se presenta como un aumento en la susceptibilidad a las infecciones.
  3. Descenso de plaquetas: se presenta como una mayor facilidad para producirse sangrados, hematomas,
  • Caída del cabello: también llamada alopecia, suele presentarse en forma parcial, es decir que el pelo no cae completamente y se hace mas fino. Generalmente estos efectos son temporales y desaparecen una vez finalizado el tratamiento con quimioterapia.
  • Neurotoxicidad: se manifiesta por sensación de hormigueo en diversas áreas del cuerpo, visión borrosa y disminución de la audición.

Radioterapia:
La radioterapia es el empleo de radiaciones ionizantes para el tratamiento, local o locorregional, de determinados tumores  que emplea rayos X con altas dosis de irradiación.
En el cáncer de páncreas, la radioterapia no se emplea como tratamiento exclusivo con intención curativa, ya que las dosis necesarias para destruir el tumor serían elevadas y los efectos secundarios muy serios.
Los usos que tiene la radioterapia en el cáncer de páncreas son:

  • Se puede emplear asociada a la quimioterapia tras la cirugía para eliminar las células que no se han podido extirpar (radioterapia adyuvante).
  • Es útil en algunos casos en los que el tumor se ha diseminado a otros órganos y pudiera estar causando algún síntoma que disminuya la calidad de vida (radioterapia paliativa). Con dosis bajas de radiación se pueden mejorar dichos síntomas y aumentar el bienestar del paciente.

Efectos secundarios: van a depender del tipo y la cantidad de ésta que haya recibido la paciente. Los más comunes son:

  • Sequedad y picores en la piel de la zona tratada
  • pérdida de apetito 
  • enorme sensación de cansancio.

Tratamiento del dolor
El cáncer de páncreas puede presentar dolor cuando el tumor presiona los nervios u otros órganos cerca del páncreas. Ante esta situación, el medico podrá indicar una variedad de tratamientos, según  el grado de dolor del paciente y su respuesta a los tratamientos ya indicados.
Cuando los medicamentos sistémicos contra el dolor no son suficientes, hay tratamientos que actúan sobre los nervios del abdomen para aliviar el dolor. El médico puede inyectar medicamentos en el área que rodea los nervios afectados o puede cortar los nervios para bloquear la sensación de dolor. La radioterapia, con quimioterapia o sin ella, también puede ayudar a aliviar el dolor al reducir el tamaño del tumor.

Tratamiento nutricional
La cirugía para extirpar el cáncer puede interferir la elaboración de las enzimas pancreáticas que ayudan en la digestión de los alimentos. Como resultado, los pacientes pueden tener problemas para que el cuerpo digiera los alimentos y absorba los nutrientes. Para prevenir la desnutrición, el médico puede recetar medicamentos para reemplazar estas enzimas.

Cáncer del páncreas recidivante
El cáncer del páncreas recidivante es cáncer que ha reaparecido después de haber sido tratado. El cáncer puede reaparecer en el páncreas o en otras partes del cuerpo, donde haya quedado alguna célula cancerosa que se disemino cercana o lejanamente. El tratamiento del cáncer de páncreas recidivante puede incluir los siguientes procedimientos:

  • Quimioterapia.
  • Cirugía paliativa o colocación de un implante para evitar áreas bloqueadas en conductos o en el intestino delgado.
  • Radioterapia paliativa.
Otras medidas médicas paliativas para reducir los síntomas, como bloqueos nerviosos para atenuar el dolor.